El pasado mes de mayo, Kim Kardashian fue una de las grandes protagonistas de la Met Gala 2022. En ella, la empresaria e influencer brilló con un vestido de Marilyn Monroe de los años sesentas.

Sin embargo, las críticas fueron muy enfervorecidas con Kim Kardashian, sobre todo porque, para poder llevarlo, la estadounidense llevó una estricta dieta y, pese a ello, llegó a dañarlo, aunque los dueños del vestido afirman lo contrario.

Ahora, la mayor de las Kardashian ha hablado sobre aquello y en 'Aruser@s' han opinado sobre sus declaraciones.

"Me presenté a la gala en bata y pantuflas, y me puse el vestido cuando estaba en la parte de abajo de la alfombra para luego subir las escaleras. Con toda probabilidad, lo tendría puesto durante tres o cuatro minutos y luego ya me cambié en la parte superior de las escaleras", aseguró Kim en entrevista con el programa 'Today'.

La hermana de Khloé y Kourtney Kardashian agregó que usar el vestido en la alfombra roja de la Met Gala fue todo un proceso, que para nada fue sencillo, pero que cuidaron al máximo de la prenda valuada actualmente en 114 mil dólares.

"Trabajamos mucho para que se tratase el vestido con guantes mientras me ayudaban a ponérmelo", explicó Kardashian en 'Today'.

Sin embargo, en 'Aruser@s' no han convencido sus palabras. Desde el programa de 'La Sexta' recordaron la publicación de Scott Forner, un reconocido coleccionista, que denunció que el vestido había sufrido daños. Para demostrar su argumento, Forner subió dos fotografías en las que se podía ver el antes y el después de la Met Gala 2022.

"¿Y las fotos que vimos? Con toda la pedrería caída, descosido...", han comentado en el espacio que presenta Alfonso Arús, quien se sumó a las críticas por el daño sufrido al icónico vestido de Marilyn Monroe: "Es cuando dices 'ya me lo dieron así' o como cuando dejas un piso y dices 'me lo encontré peor de cómo lo he dejado".

"Aquello parecía un fuet. El embutido se hace así", ironizaron sobre el momento en que ayudaron a vestirse a Kim Kardashian. Además, pusieron como ejemplo de lo ocurrido a los coches de alquiler, a quienes habitualmente las empresas hacen fotos para asegurarse de que los clientes lo devuelven tal y como ellas lo entregan.