Según datos consultados por la revista Muy Interesante a las herramientas de Inteligencia Artificial (IA) GPT-4 y Midjourney, la IA predice que en las próximas décadas se convertirá en una fuerza invisible y silenciosa, comparable a la electricidad, moldeando de manera significativa la sociedad del futuro.

La información proporcionada por estas herramientas tecnológicas sugiere que la vida cotidiana experimentará transformaciones radicales a medida que la tecnología se perfeccione y ofrezca experiencias inmersivas actualmente inimaginables.

Se proyecta que para el año 2100, la mayoría de las tareas humanas serán ejecutadas por asistentes de Inteligencia Artificial, abarcando desde actividades domésticas como limpiar y cocinar hasta tareas que requieren movilidad, como las compras y el entretenimiento. El futuro se visualiza como un entorno optimizado, personalizado y completamente automatizado.

Uno de los cambios más destacados previstos por la IA es la generalización de la autonomía en los transportes. Desde automóviles y autobuses hasta trenes y aviones, se espera que estos medios de transporte funcionen de manera autónoma, eliminando la posibilidad de accidentes viales gracias a una red de comunicación que optimizará el flujo de tráfico y prevenirá colisiones.

En cuanto al entorno urbano, la IA prevé una simbiosis entre arquitectura, naturaleza y avances tecnológicos. Se proyecta un paisaje donde los rascacielos estarán cubiertos de vegetación, desempeñando un papel crucial en la absorción de dióxido de carbono, la producción de oxígeno y la creación de hábitats para diversas especies.