Florence + The Machine lanza hoy su muy esperado nuevo álbum, 'Dance Fever'. El álbum cuenta con canciones previamente lanzadas 'My Love', 'Free', 'King' y 'Heaven is Here', todas las cuales llegaron junto con impresionantes videos del aclamado director Autumn De Wilde.

'Dance Fever' se grabó en Londres en el transcurso de la pandemia en previsión de la reapertura del mundo. Eran los clubes, el baile en los festivales, estar en el torbellino del movimiento y, en última instancia, la música y la unidad lo que Florence más extrañaba durante el confinamiento. Fueron las esperanzas y los sueños de reunirse con sus seres queridos y bailar con extraños lo que ayudó a mantener vivo el impulso de Dance Fever. 

Ese éxtasis, cercanía, euforia ante las posibilidades de movimiento se convirtió en un recordatorio de la pérdida de la actuación y el baile en los clubes. Después de todo, la música es la única forma de arte que tiene el poder de ayudarte a perderte y sentirte libre de ansiedades, aunque sea por un momento.
 
La imagen y el concepto de la coreomanía, un fenómeno renacentista en el que grupos de personas bailaban salvajemente hasta el punto del agotamiento, el colapso y la muerte, se convirtieron en un punto focal de inspiración. Forzada a salir de la carretera por primera vez en más de una década, la danza ofreció a Florence propulsión, energía y una forma de ver la música de manera más coreográfica.
 
Comenzando, como siempre, armada con un cuaderno de poemas e ideas, Florence acababa de llegar a Nueva York en marzo de 2020 para comenzar a grabar cuando el Covid-19 la obligó a retirarse a Londres. Atrincherada en casa, las canciones habían comenzado a transformarse.
 
Dance Fever es un álbum que ve a Florence en la cima de sus poderes, entrando en un autoconocimiento plenamente realizado, burlándose astutamente de su propia personalidad autocreada, jugando con ideas de identidad, masculinas y femeninas, redentoras, celebratorias, entrando de lleno en su lugar en el icónico panteón.