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Fecha: 14 de marzo 2022
Redactado por: Redacción Ya! FM
Las antiguas civilizaciones de Mesopotamia compartían ciertos conocimientos y creencias, así es el caso también de sus mitos, con sus dioses variados. Este es el caso del dios Hanbi o Anu, un dios maligno que gobernaba una infinidad de espíritus malignos (no solo demonios) y es el quien procrea a Pazuzu nombrándolo rey de los demonios del viento. Dicho demonio lo vimos en la cinta de ‘’El Exorcista’’ y hoy te hablaremos de él.
La mitología antigua lo asocia con el dañino viento del suroeste, pues es de donde las tormentas venían y en el recaía la culpa por las plagas, la peste, los delirios de la enfermedad y las fiebres. Se podía advertir de su presencia con langostas que inundaban el cielo y lo cubrían por completo.
Se le describe como una criatura con cuerpo humano, pero posee una cabeza de león o la de un perro, con cuernos de cabra que salen de su frente, en vez de pies tiene garras de ave, una cola de escorpión, dos pares de alas de águila y un miembro fálico serpentino.
En la representación que hacían de él aparecía con la mano derecha levantada y la izquierda abajo como una clara alusión de que tiene el control de la vida y la muerte así como la creación y la destrucción.
Era uno de los siete demonios malignos más poderosos capaz de traer a otros demonios desde el averno, y por esto era muy temido entre los antiguos habitantes de Mesopotamia. Pero no todo era malo ya que a pesar de su condición de poder y malignidad las personas acudían a él por ayuda para ahuyentar a otros demonios del inframundo.
Existen variados amuletos que tienen su imagen que eran usados para alejar al demonio femenino Lamashtu su consorte y rival de la cual decían le gustaba buscar a los niños recién nacidos para llevárselos y devorarlos cuando su madre se distraía o también provocar abortos; el único que la ponía en vereda era Pazuzu. Por eso tanto las madres como los niños llevaban colgando del cuello la figura de Pazuzu buscando su protección.
La estatuilla de este demonio fue encontrada en Irak en una excavación en 1872 y se encuentra en el museo del Louvre de parís, su réplica fue usada para la conocida película del Exorcista.
Debemos de recordar que la idea de dioses y demonios en los tiempos antiguos no es la misma que tenemos en la actualidad, el averno o infierno no era el lugar de sufrimiento que todos nos imaginamos sino un lugar gris, triste donde no hay olores, ni colores, ni sabores, aburrido al cual todos van al morir, todos lo conocían como “el mundo del otro lado”.
La idea de pecado u ofensa a las divinidades tampoco tenían nuestro criterio actual ni la moral de ahora, pero se tenía aún la idea de que adorando o adulando a los dioses y a los demonios nos aseguraba un lugar en algún palacio de estas deidades en el otro lado.
Cabe decir que los demonios y diablesas no eran más que los servidores de los dioses, no todos eran malignos y existían para obedecer a los dioses ejecutando sus órdenes y también el trabajo sucio de estos, ajustando a veces cuentas con los humanos.
El panteón sumerio tenía más de 3.600 dioses, con criaturas demonios para toda clase de torturas y castigos. Según el dios al que sirvieran, y según su especialidad, estos podían ser o no poderosos.